jueves, julio 17, 2008

Distanciamiento social

Un gran problema en la educación que no se quiere abordar

Creo que el gran problema que genera el actual sistema de educación es la reproducción de la desigualdad y un aumento sistemático del distanciamiento social, lo que llevado a su extremo podría llevar a una desintegración de una nación a nivel social. Esto, en parte, porque en el sistema que funciona desde fines del gobierno militar, es el mercado quien potencia la calidad, llevando a los individuos de mayor nivel socioeconómico a elegir colegios de mayor prestigio. Se vende entonces una marca, donde a la calidad de la enseñanza se le va sumando a otras cosas, como el lugar donde está ubicado el establecimiento, las instalaciones que éste posee, el tipo de estudiante que ingresa, etc. En una conclusión apresurada se puede decir que la educación comienza a ser vista como un producto más (argumento recurrente en los últimos años), donde la exclusividad de ésta le da un valor agregado, lo que genera discriminación en los colegios, concentrando a niños del mismo estrato socioeconómico, segregándose la masa estudiantil, como ya se ha dicho hace años en nuestro país, en colegios de alto nivel y colegios de bajo nivel. El problema es que esta segregación no necesariamente responde a la distinción privado – público, ya que se da en un nivel mucho más social que institucional, el que no hemos podido –o querido- abordar como país.
A continuación intentaré esbozar brevemente algunos focos que permiten apreciar por qué se da este distanciamiento social al discriminarse el ingreso de un niño o de una niña a un determinado establecimiento educacional y los impactos que puede tener. Algunos estudios demuestran que el efecto de los pares en la educación es fundamental para los logros futuros y los argumentos que presentaré a continuación siguen esta línea. Quiero aclarar que no intento hacer una revisión de teorías ni menos una investigación sociológica, sólo quiero ilustrar brevemente mi preocupación, fundamentándola con algunos argumentos clásicos y otros más nuevos.

Capital Cultural [1]

Por una parte, desde Bourdieu, se puede decir que las personas de nivel socioeconómico más alto tienen un mayor capital cultural que las de niveles bajos, ya que los padres de los primeros tienden a poseer mayor educación (por ende, mayor valoración de la educación), mayor acceso a consumo cultural (museos, cine, teatro, etc.), entre otros. Mientras que las personas de nivel socioeconómico más bajo tienden a tener padres con baja educación (ya que algunos privilegiaron el trabajo por el estudio), tienen menor acceso y valoración del consumo cultural, y mayor propensión a verse afectados por factores de riesgo (como las drogas duras, maltrato y otro tipo de conductas violentas).
Así el que los colegios aglutinen estudiantes de un nivel socioeconómico similar lleva a que los niños de nivel socioeconómico bajo se codeen con niños de un nivel similar de capital cultural, lo que limita todo tipo de transferencia de capital cultural (yo creo que hasta cierto punto pueden transferirse ciertas pautas de comportamiento, valoración y prácticas culturales) entre estratos socioeconómicos diversos y una consecuente equiparación de conocimientos entre los alumnos.

Expectativas

Un tema que está muy relacionado al anterior, son las expectativas que se generan en torno a la educación por parte de los alumnos y sus familias. A pesar de que creo que a la mayoría de las familias chilenas les gustaría que sus hijos pudiesen estudiar en la universidad, muchas veces las realidades económicas y familiares limitan las expectativas de muchos jóvenes. Algunas situaciones que generan las limitantes son la falta de información, la falta de modelos a seguir y algunas veces el escaso apoyo familiar. Un niño que vive rodeado de personas que han estudiado en la universidad, como sus padres, sus hermanos, los padres de sus amigos, etc. ve la educación superior como algo normal a lo que él también debe o puede aspirar. Esto es mucho más lejano para aquellos que no tienen relación alguna con personas que han realizado estudios superiores. Al segregar a los niños en colegios de elite y colegios de mala calidad, lleva a que los niños que entran a colegios de elite tengan mayores expectativas, tanto porque se relacionan con un ambiente que les exige más, como porque tienen las posibilidades económicas para estudiar en la educación superior. En el caso contrario están los niños de colegios de mala calidad, donde estudian aquellos que no pueden pagar otro tipo de educación, y que generalmente no tienen modelos a seguir que sean universitarios (ni padres, ni hermanos). Tampoco son exigidos por su ambiente a estudiar para llegar a la universidad, y muchos carecen de información relevante acerca de la educación superior (como formas de financiamiento y becas de apoyo), así sus expectativas se configuran al margen de la educación superior. Esto último muchas veces se ve potenciado por factores de riesgo del entorno, como el consumo de drogas, el embarazo adolescente y la deserción escolar.

Capital social (redes sociales)

Por otro lado, desde una perspectiva del capital social y las redes en las que están inmersas las personas, se puede ver a los colegios como una instancia privilegiada para generar vínculos entre individuos, porque en un solo curso una persona puede estar relacionada con más de 30 personas que en un futuro si son cercanos le pueden brindar apoyo directo, o si son lejanos, como plantea Granoveter (fortaleza de los vínculos débiles), pueden brindar información relevante para buscar trabajos u oportunidades diversas para acceder a diversos tipos de recursos. Así también estos cerca de 30 compañeros que un niño o una niña tienen en el colegio que estudian, participan a su vez de una red distinta, ya sea en relación a sus familiares o a los conocidos de éstos, esto hace que el tener un vínculo con cada uno de los compañeros de curso abra el acceso para un individuo a más de 30 redes que pueden ser distintas, pero que es probable que a su vez estén entrelazadas.

Lo que quiero graficar, es que si un niño estudia en un colegio de nivel socioeconómico alto, tiene mayores probabilidades de tener un mayor capital social que un niño que estudia en un colegio de nivel socioeconómico bajo, lo que no está relacionado simplemente con la cantidad de vínculos que se pueden hacer, sino más bien con el valor de la información que pueden brindar dichos vínculos. Estudios recientes muestran como los más altos ejecutivos del país provienen de escasos colegios de nivel socioeconómico alto [2]. Esto no es sorpresa para los chilenos, ya que siempre se habla de la importancia del “pituto”, pero muchas veces no es el pituto lo que reproduce las desigualdades, sino más bien el acceso a cierta información privilegiada, el conocimiento de cuándo está libre un cierto puesto, cómo pedir una pega, dónde puede ser mejor valorado un trabajo, quién necesita tal servicio, etc. Toda esta información muchas veces se concentra en redes reducidas, a las que se puede acceder si se conoce a las personas adecuadas.

Segregación cultural

El último dilema que genera la estratificación educacional y que a mis ojos es el más grave es la segregación cultural y la consecuente desintegración social. La estratificación educacional, se refiere a la manera en que se han ido constituyendo algunos colegios de elite y en el extremo opuesto colegios que son para los que no pueden elegir porque no tienen el dinero para pagar un colegio mejor. Así diversos dispositivos llevan a que se filtren los niños que entran a un determinado colegio, los que van desde pruebas de conocimiento (que parecen ser justificadas desde el prisma educativo, lo que es refutado hasta cierto punto por la teoría del capital cultural antes nombrada), hasta la ubicación de los colegios y el pago de elevadas matrículas que claramente generan un sesgo económico. Así como ya se ha dejado ver, hay una cierta homogeneización de ciertos colegios, lo que sumado a otros factores potencia la recreación de realidades alternativas lo que también es conocido como “efecto burbuja”, donde las niñas y niños de estratos altos tienden a encerrarse en un Chile que es completamente distinto al de las niñas y niños de estratos bajos.
Creo que con esto se está posibilitando la construcción de dos culturas completamente distintas que coexisten en contraposición y que tal vez han sido parte de toda la historia de nuestra nación. En este punto, pido disculpas si termino enredando más al lector de lo que he intentado aclarar.
Continuando con lo antes mencionado, creo que lo peligroso de la desigualdad en la educación no es sólo que el Estado no brinde una educación de calidad, sino que además los privados no den oportunidades para que niños con capacidades, pero con escasos recursos puedan estudiar en colegios de elite.
Al segregarse los estudiantes, suceden numerosos dilemas como los enunciados anteriormente, que potencian la mala calidad entregada por los colegios municipales, pero, creo profundamente que la solución no está sólo en preocuparse de entregar una mejor educación a todos los chilenos, sino que creo que se debe comenzar por integrar a los niños desde su formación, privilegiando las capacidades y no el dinero, el apellido o la religión a la que pertenezcan sus padres. Por esto creo que se debe dejar de creer que el Estado y las leyes tienen la solución a todos los problemas sociales, para que nos demos cuenta de que la sociedad civil, particularmente quienes trabajan en el ámbito de la educación, son tan responsables como los políticos de las desigualdades de nuestro país.


Notas

[1] Algunos textos que desarrollan este concepto están disponibles en la web:
http://sociologiac.net/biblio/Bourdieu-LosTresEstadosdelCapitalCultural.pdf
http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtual/publicaciones/sociologia/1999_n12/art016.htm
http://www.ucm.es/BUCM/cps/lecturas/4.htm

[2] Según un estudio del diario La Tercera el 50% de los gerentes de grandes empresas egresó de cinco colegios, todos privados, ubicados en comunas de nivel socioecónomico alto. “… el 50% de los gerentes proviene de tan sólo cinco establecimientos, todos de elite, cuyas mensualidades promedian los $ 226 mil, y que representan el 0,04% del total de colegios del país. Estos son el Verbo Divino, Sagrados Corazones de Manquehue, Saint George, San Ignacio y Tabancura.” Artículo disponible a la fecha en web:
http://www.quepasa.cl/medio/articulo/0,0,3255_255243945_345902398,00.html

1 comentario:

Tomás Correa dijo...

Insolente, me parece acertado tu concepción de la desigualdad y el ciclo que este genera, y que es entregado de padres a hijos mientras tengamos el actual sistema. Creo que podrias enunciar (en el futuro tal vez) lo que se ha hecho para solventar esto. Las "soluciones" que han planteado todos los grupos de interés. Saludos.